Terapia de comportamiento cognitivo

Los niños mayores, los adolescentes y los adultos con TEA pueden beneficiarse de otra intervención con un componente conductual: la terapia conductual cognitiva (TCC). La TCC se usa principalmente para ayudar a las personas con TEA a regular sus emociones, desarrollar el control de los impulsos y, como resultado, mejorar su comportamiento. Además, algunas personas con autismo luchan contra los miedos y la ansiedad, o pueden deprimirse. Se ha demostrado que la TCC es útil para reducir los sentimientos y el comportamiento de ansiedad y depresión al hacer cambios en los pensamientos y las percepciones de las situaciones a través de un cambio en la cognición. Lo que distingue a la TCC de la terapia conductual regular es trabajar para cambiar la forma en que se procesa el pensamiento. Los terapeutas buscan reducir los comportamientos desafiantes, como las interrupciones, las obsesiones, las crisis nerviosas o los arrebatos de ira, al mismo tiempo que enseñan a las personas cómo familiarizarse y manejar ciertos sentimientos que puedan surgir. Esta es una terapia basada en la evidencia.